lunes, 9 de septiembre de 2013

La construcción social y política del medio ambiente

Sección Reseñas



La construcción social y política del medio ambiente, de José Luis Lezama, El Colegio de México, México, 2004, 277 p.

Gustavo Meixueiro Nájera


¿Cuál es el proceso sociopolítico mediante el que un problema se convierte en preocupación pública? ¿Por qué persiste la contaminación atmosférica en la ciudad de México a pesar de los esfuerzos gubernamentales para resolver el problema?

Estas preguntas son las que José Luis Lezama, titular del Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano de El Colegio de México, se plantea en la construcción social y política del medio ambiente.

La hipótesis central que desarrolla el autor sostiene que existe una construcción social y política de los problemas ambientales en la ciudad de México, y que las diferentes percepciones de los actores no son plenamente incorporadas en los programas gubernamentales, lo cual potencia su fracaso, ya que la población no se identifica con ellos y los ubica como algo ajeno y lejano.

Para que la sociedad reconozca la existencia de un problema se requiere su legitimación, es decir, demostrar mediante argumentos y datos que es real. El autor, retomando a Cynthia Enloe, menciona que para que los problemas sean reconocidos deben ser presentados de manera alarmante para atraer la atención de los medios, del gobierno y generar un sentimiento de amenaza en la población (Enloe, 1975, citada por Lezama, 2004, 38).

Lezama explica que las condiciones para que los problemas ambientales emerjan son generadas por su magnitud, por el daño que provocan y por el nivel de alarma que provocan en la sociedad, pero su reflexión y el análisis para su solución depende de si son concebidas como demandas sociales prioritarias o no.

Sugiere que aunque los científicos determinen niveles de contaminación ambiental que ratifiquen la presencia de un problema, la gente no tiene el conocimiento requerido para entender asuntos como la destrucción de la capa de ozono o el calentamiento global, y agrega que para que el colectivo identifique la contaminación del aire como una prioridad, se requiere que la gente tenga una imagen común de la magnitud del problema ambiental y de su repercusión en la calidad de vida de las personas.

Para el autor, el surgimiento de problemas ambientales como hechos de conciencia social, pasa por un proceso de valoración en el que la percepción del riesgo y el reconocimiento de la contingencia son procesos diferentes de la existencia física y del daño real que representan, el cual aparece como resultado del activismo de grupos ambientalistas, de la difusión de los medios de comunicación, de la información generada por especialistas o por el grupo de personas directamente afectadas, y sólo de esta manera pueden tener la capacidad social y política de ejercer presión e influencia sobre las autoridades gubernamentales.

Para la construcción social y política de la contaminación ambiental de la ciudad de México, José Luis Lezama analiza una serie de entrevistas realizadas a diversos actores sociales donde recolecta información sobre la forma en que la gente vive el problema. Para el desarrollo de la investigación tomó en consideración la percepción y opinión de funcionarios públicos responsables de lidiar con problemas ambientales, académicos, empresarios, activistas, representantes de organismos internacionales y de partidos políticos.

La investigación desarrollada mostró que existen dos maneras de explicar el surgimiento de la conciencia ambiental. Una que señala la magnitud del problema y los daños directos como la razón del proceso de concientización, y otra que sostiene que la preocupación de los problemas ambientales no es resultado de la magnitud o de los daños que ocasionan, sino de los cambios en los valores y una disposición de los individuos para percibir el problema.

De esta forma, el autor presenta la manera en que la contaminación del aire es construida para los diferentes actores involucrados. Para los funcionarios gubernamentales, cuando la gente no estaba muy afectada por la contaminación del aire, no la percibía como un problema, pero cuando comenzaron a sentirse afectados, la conciencia emergió. Para el sector académico, la diseminación del daño en la salud ocasionado por la contaminación surgió detrás de la preocupación pública sobre el deterioro del medio ambiente. Para los empresarios, la contaminación o cualquier fuente de daño ambiental no tienen existencia real, ya que el problema ha sido magnificado por el discurso de los ecologistas y de los partidos políticos.

La mayoría de los ecologistas entrevistados comparte la percepción de que la contaminación del aire representa una seria amenaza para la salud de la sociedad y que la calidad de vida ha venido disminuyendo gradualmente. En opinión de José Luis Lezama, los partidos políticos expresaron, al igual que los activistas ecológicos, una percepción dramática del problema. Para estos sectores, la contaminación del aire no necesita de una mediación cultural para ser percibida, ya que aparece de forma natural por el deterioro ambiental que ocurre en la ciudad de México. Por último, para los organismos internacionales la contaminación es extremadamente severa y afirmaron que la influencia de sus representantes no es requerida por los tomadores de decisiones para que la gente se vuelva consciente del problema.

En su análisis, el autor expone que los actores mostraron una variedad de concepciones e ideas de cómo enfrentar y solucionar los problemas de contaminación atmosférica. Las autoridades gubernamentales plantearon que la contaminación atmosférica se podría solucionar por medio de ajustes y de una mejor coordinación institucional, y se  consideraron como factor central en la solución del asunto; para los académicos es necesario un compromiso social y gubernamental para resolver las causas del deterioro ambiental; los activistas ambientales, al defender su papel como generadores de conciencia, se identificaron como un grupo diferente y necesario, y al igual que los partidos políticos, atribuyeron la responsabilidad del problema al fracaso del gobierno para ejecutar regulaciones y al desempeño incipiente del sector empresarial.

José Luis Lezama argumenta que la forma en que los actores sociales perciben y reconstruyen los problemas de contaminación del aire muestra que en México existe una construcción social de la contaminación atmosférica, la cual debe tomarse en cuenta para contribuir a que el problema sea entendido de mejor forma por el colectivo y para un diseño más eficiente de las políticas y programas gubernamentales.

Con el desarrollo de la investigación, el autor sostiene que los programas gubernamentales están elaborados a partir de una concepción predominantemente técnica de la contaminación del aire, carentes de un análisis que incorpore la dimensión social, y que la búsqueda de alternativas para enfrentar los problemas de contaminación no pueden reducirse al planteamiento de soluciones técnicas.

Sin embargo, el autor advierte que esto no implica ignorar o minimizar los aspectos físicos o técnicos de la contingencia atmosférica. Además, concluye que los diferentes actores involucrados no tienen una visión homogénea de la problemática del aire.

José Luis Lezama plantea que los programas gubernamentales para combatir la contaminación atmosférica en la ciudad de México no incorporan la dimensión social adecuada que complemente el análisis de los especialistas, lo que repercute en una incapacidad para resolver el problema.

Menciona que si el diagnóstico establece que la mayor parte del problema se origina en la calidad de las gasolinas y en el número de automóviles que circulan, entonces las alternativas de solución estarán enfocadas a mejorar el combustible y a disminuir el número de vehículos; es decir, este enfoque privilegia los aspectos técnicos, tanto en el análisis del problema como en su atención, pero las conductas, valores, intereses individuales y colectivos, estarán ausentes.

En síntesis, La construcción social y política del medio ambiente resulta un aporte útil tanto para estudiosos y analistas de los problemas en materia de la contaminación atmosférica, como para los involucrados en el diseño de políticas públicas encaminadas a solucionarlos. Los lectores darán cuenta de que la manera en que los habitantes de una ciudad como la capital de la república toman conciencia de los problemas ambientales depende en gran medida de la forma en que éstos son percibidos por la población y de la voluntad social de observarlos y resolverlos.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA


Enloe, Cynthia H. (1975), The Politics of Pollution in a Comparative Perspective: Ecology and Power in Four Nations, McKay, Nueva York   

lunes, 2 de septiembre de 2013

Reforma energética

Dr. Rafael Aréstegui Ruiz
Director General del CESOP 



Presentación
Indudablemente la reforma en materia de los recursos que provienen de los hidrocarburos constituye uno de los temas más relevantes de los que contempla la agenda del Pacto por México y, como se puede observar al darle seguimiento en los medios informativos, es un tema que divide a la sociedad mexicana. Los referentes al tema son múltiples, abarcan aspectos ideológicos, económicos, de identidad cultural e incluso de definición política; por ello, el debate sobre la reforma energética se hará presente en la Cámara de Diputados, como ya se ha hecho presente en los medios informativos, en las instituciones académicas y de la discusión de la misma surgirán reformas que seguramente se verán reflejadas en la propia Constitución.
El número 66 del Reporte CESOP aglutina documentos que reflejan el pulso actual del parecer de la sociedad mexicana sobre la reforma energética que, de suyo, tiene y tendrá implicaciones para la vida política y económica del país.
En este contexto, el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) aplicó una encuesta que arrojó resultados muy coincidentes con otras similares que algunas encuestadoras llevaron a cabo recientemente, y que, en términos generales, arrojan por lo menos reserva —cuando no rechazo— a la presencia de la iniciativa privada en la explotación de los recursos petroleros.
En el mismo tenor, el 18 de julio se llevó a cabo el Foro Petróleo y Energía, escenario en que se dio a conocer la encuesta, desmenuzada finamente en “La reforma energética”, escrito por Gustavo Meixueiro Nájera y Arón Baca Nakakawa. La encuesta da cuenta del consenso entre expertos y actores políticos sobre la necesidad de cambiar la forma en que opera Petróleos Mexicanos. En contraposición, lo que no logra consenso es la forma y el modo en que debe participar el capital privado en la operación de la empresa. El artículo revela cómo percibe la sociedad el tema de los recursos petroleros; por cierto, resultados disponibles en http://goo.gl/ADACyf.
Juan Antonio Bargés Mestres, ingeniero químico de la UNAM y representante de México ante la OPEP, presenta en “Abasto, calidad, precio y medio ambiente”, un análisis de los retos que enfrentan los recursos energéticos. Arranca con la disminución de las reservas probadas y posibles, destacando que existen 16 mil pozos marginales o maduros cuya explotación es poco rentable. Señala la primordial importancia que tiene la investigación y el retroceso que ha significado su retraimiento llevando al país a una gran dependencia tecnológica que no permite identificar cómo aprovechar los recursos del gas natural o resolver la construcción de refinerías y poliductos, y sobre todo, la formación de recursos humanos, pues su carencia obliga —según el autor— a construir alianzas con el sector privado para posibilitar la explotación en aguas profundas. Por consiguiente, Bargés concluye: se requiere una reforma energética integral.
El embajador de Noruega en México, Arne Aasheim, en “El modelo noruego” expone dos principios fundamentales: 1) la propiedad estatal sobre gas y petróleo, para 2) garantizar beneficios para toda la población. El texto hace un periplo por la política petrolera de ese país que inició con la colaboración de compañías petroleras aportando tecnología y experiencia (elementos de los que Noruega carecía), pero que, en contraparte —junto con Islandia—, mantiene la proporción suficiente de recursos de energía renovable; y en cuanto al desarrollo de la explotación petrolera, fue adoptando los principios rectores que rigen su política energética que se expresan en la figura del Directorado del Petróleo Noruego, cuyas funciones son: mantener la contabilidad total del manejo de los recursos; proporcionar consejo al Ministerio del Petróleo y Energía para planear a largo plazo su explotación; evaluar las propuestas de desarrollo; realizar las mediciones relacionadas con las rondas de licitaciones donde participan las empresas privadas y, en su interacción con éstas, buscar mejorar las tasas de recuperación en cada campo.
José de Jesús González Rodríguez, investigador del CESOP, en “El sector privado y Pemex. Algunos datos sobre la normatividad aplicable al respecto” revisa la normatividad que rige al sector. En 1938 en el contexto de la expropiación de la industria petrolera, el entonces presidente, general Lázaro Cárdenas, envió al Congreso una iniciativa para modificar los alcances del artículo 27 constitucional; iniciativa que se aprobó en noviembre de 1939, donde establecía que en materia de petróleo y carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos, no se expedirían concesiones y que sería la nación la que llevaría a cabo la explotación de tales recursos.
El trabajo sintetiza las sucesivas reformas que ha tenido el artículo 27 y cómo la normatividad ha sufrido modificaciones en materia de la participación privada en la exploración y explotación de los recursos. Estamos ante una cabal investigación que permite identificar claramente el alcance de cada una de las reformas que en la materia se han realizado. Presenta un esquema de la participación de las empresas privadas en el sector de los hidrocarburos, derivado de las reformas que se han llevado a cabo e identifica otros mecanismos de inversión privada en el sector.
El maestro en Economía e investigador de este Centro, Gabriel Fernández Espejel, escudriña “El mercado petrolero internacional”. Visualiza las tendencias predominantes del mercado global, retrata el horizonte actual de la producción y el consumo vinculados al comportamiento de su precio en el mercado internacional, y calibra el peso que tienen los países productores y sus volúmenes de producción.
En un ilustrativo cuadro detalla qué países son los principales consumidores de petróleo. También se aventura en la prospectiva de los precios del petróleo y el posicionamiento que tendrán productores y consumidores, deteniéndose en la relación México-Estados Unidos, con lo cual el autor sugiere ampliar la mirada sobre el debate en materia de la reforma, incorporando en la perspectiva del análisis el comportamiento de los mercados internacionales y la necesidad de que el país pueda ser más competitivo.
El doctor Víctor Carreón aporta una visión de las restricciones existentes en el sector energético en México. En su artículo “Arquitectura de mercado para el sector energía en México”, el doctor Carreón, analiza diversas posibilidades de mercado para hacer más competitivo el sector.
“Transición y diversificación energética” fue escrito por Odón Demófilo de Buen Rodríguez, ingeniero mecánico electricista de la UNAM, en donde, como el título indica, analiza los propósitos de la diversificación, que se sustenta en tres premisas: a) mejoras en la productividad; b) menores costos de producción, y c) reducción del impacto ambiental. El autor da cuenta del impacto que en la producción de energía han tenido las innovaciones tecnológicas, así como los riesgos en la toma de decisiones relacionadas con la energía, incluyendo el tema de la calidad de la producción y las condiciones que se requieren para garantizarla.
Sergio Benito Osorio, ex presidente de la Comisión de Energéticos de la LVII Legislatura de la Cámara de Diputados, en su ponencia dentro del Foro Petróleo y Energía realizado en este Palacio Legislativo, sortea el dilema Cómo salvar a Pemex sin hundir al país o cómo salvar al país sin enterrar a Pemex. Aquí el autor analiza los efectos que han tenido las políticas de desregulación de la industria petrolera, así como el desplazamiento de la función industrial de Pemex a favor de la recaudación fiscal y la búsqueda del equilibrio del presupuesto federal.Se ocupa también de la orientación de la política petrolera en el periodo en que Jesús Reyes Heroles estuvo al frente de Pemex.
Finalmente, el ingeniero Javier Jiménez Espriú, en su ponencia “La explotación petrolera y el capital privado” presenta un panorama muy documentado de la política petrolera en varios países. De manera crítica, amén de su fundamentación sólidamente respaldada, cuestiona el proceso de privatización que ha vivido Pemex y compara con otros países las medidas reguladoras de éstos en materia de la participación privada (destaca la comparación con Venezuela, Brasil, Noruega y Kazajistán).
Además, formula una propuesta de reforma que descansa en una estrategia integral de energía que garantice la seguridad energética a largo plazo: fortalecer a Pemex devolviéndole el rango que en cierto momento tuvo a nivel mundial, no compartir la renta petrolera, y limpiarlo de la corrupción.
El Reporte CESOP que se presenta aporta elementos para una discusión más amplia sobre el tema.
* Doctor en educación por el ICE de la UAEM. Director General del CESOP. Líneas de investigación: educación, medio ambiente e interculturalidad.

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